Roberto Ruíz: un amante de los detalles y el servicio al cliente
Este empresario gastronómico sabe lo que es empezar desde abajo, tener esa oportunidad le permitió trabajar en reconocidos restaurantes y hoy ser dueño de su propio negocio
Por: Arleth Badilla Morales
“Le Vongole” significa: las almejas en italiano, ese es el nombre del restaurante de Roberto Ruíz, un niño de 7 años que llegó de Nicaragua junto con sus padres y decidió que Costa Rica iba a ser el lugar para realizar sus sueños, lo suyo era la cocina y el mundo gastronómico, él lo sabía y el tiempo le dio la razón.
Su primer trabajo en este sector fue hace aproximadamente 25 años y nada tuvo que ver con cocinar, ni atender clientes, Roberto empezó en limpieza en uno de los restaurantes de Burger King, ahí demostró interés y deseo de superación y terminó encargándose de la parrilla, ese aroma maravilloso le encantó y así aprendió a usar la parrilla a la perfección.
El tiempo pasó y al país llegó Pizza Papa John´s, cadena que pertenecía también a quienes manejaban Burger King en Costa Rica, oportunidad que Ruíz aprovechó para migrar a ese restaurante y tener en sus manos la masa de pizza, también se sintió atraído por esto y se especializó, hasta convertirse en gerente de dos restaurantes y tener a su cargo a más de 50 personas.
Muchos fueron los lugares donde laboró este amante del mundo gastronómico y en los que aprendió sobre algún tipo de cocina, por ejemplo su paso de 7 años por Andiamo La, le facultó para hablar con propiedad de la importancia de una pasta fresca, un queso parmesano o la exquisita combinación de tomate con albahaca.
Pescatore y Bell`Italia fueron también parte de la escuela de Ruíz, en estos lugares aún se recuerda atendiendo a clientes de renombre, sirviendo una copa de vino o recomendando un plato para maridar, pues esa es su pasión, atender al cliente y es lo que mejor sabe hacer.
“Para mí un mesero que no conozca el menú, simplemente no funciona. En mi Restaurante yo me encargo personalmente de capacitar a los meseros, la primera regla es saberse el menú de memoria y les enseño como pararse, de qué forma abordar al cliente y que palabras usar, son detalles pero todo cuenta”, afirmó Ruíz.
Le Vongole es realmente un lugar de detalles, hay percheros de madera para bolsos y sacos en cada una de las mesas, todos por cierto, hechos por Roberto, quien también trabaja la madera y ha creado con sus propias manos varios elementos que dan personalidad al lugar.
Existe a su vez, una combinación casi perfecta de colores entre mantelería y decoración y un tamaño especial de mesas de 10x10, diseñadas con el objetivo de que quede un espacio prudencial para que el mesero pueda atender a los clientes con facilidad.
Todo lo anterior, parece no tener tanta importancia, pero según Ruíz sus años de experiencia le han permitido entender que todo esto es vital en la operación de un restaurante.
“He calculado hasta el espacio que debe haber entre una mesa y otra y si debo quitar mesas las quito, esto con el objetivo de que todo armonice y facilite la atención y comodidad de los clientes. Contamos también con un “mise en place” en el centro del Restaurante, esto facilita la movilidad de los meseros”, manifestó Ruíz.
Cerca de $250 mil es la inversión que Roberto realizó en Le Vongole, un lugar donde la comida peruana e italiana y las carnes a la parrilla son los atractivos. Tres palabras, pasión, fusión y gourmet son las que describen este espacio, que en su primer año de existencia ha sido un éxito gracias a la constancia y humildad de su propietario.
Le Vongole
Teléfono: + (506) 2228-8105