Natalia Ugalde vio en un contenedor la oportunidad de tener su propio negocio
Con-Tenedor Bistró Café Restaurante enfrenta el reto de lograr la comodidad de los clientes en todo momento, esto debido a la modalidad de operación del espacio
Por: Arleth Badilla Morales
Cuando un restaurante está en un contenedor, surgen todo tipo de retos, sin embargo, Natalia Ugalde, propietaria de Con-Tenedor Bistró Café Restaurante decidió asumirlos a inicios de este año, esto cuando por fin hizo realidad el sueño de tener un espacio gastronómico donde el café, el vino y los libros ocupan un lugar especial.
Este restaurante que opera en armonía con el ambiente, es el resultado del espíritu emprendedor de Natalia, quien es amante de la cocina, la repostería y el café y que gracias a varios cursos que reforzaron su pasión por la gastronomía logra ofrecer a sus clientes una amplia oferta de platillos.
“Contamos con pizzas, pastas, tapas, hamburguesas, repostería, postres, café, vino, cervezas y cócteles. Somos una cafetería y restaurante que fusiona elementos de varios países de Europa en los platos y que se caracteriza por utilizar productos naturales y artesanales”, comentó Ugalde.
Según la empresaria, uno de los principales retos del sector es adaptarse a los cambios constantes, pues tanto las necesidades de los clientes, como la cocina, son aspectos sumamente versátiles, donde siempre hay espacio para la innovación, si se desea tener una oferta diferenciada.
“Al operar en un contenedor, que es un espacio abierto, tenemos que lograr garantizar la comodidad del cliente en cualquier época del año, principalmente en invierno, por las lluvias y el frío, por ello tratamos de buscar opciones para compensar esto como calentadores, mantas, ampliación de terraza, entre otros”, comentó Ugalde.
Con-Tenedor Bistró Café Restaurante se ubica en Heredia y de momento cuenta con cuatro colaboradores. El espacio es amigable con el ambiente, por lo cual, como parte de sus operaciones no promueven el uso de plástico de un solo uso ni de pajillas, además reciclan y utilizan las botellas de vino como lámparas.